Este jueves la frontera entre España y Marruecos amaneció tranquila, tras la fatal crisis migratoria de los pasados días. El miércoles, Rabat volvió a establecer el control en su frontera y cerró el flujo migratorio, después de que la dejase sin vigilancia desde el lunes.
Más de 8.000 ciudadanos marroquíes en su mayoría, entre los que se encontraban aproximadamente 1.500 menores. Cruzaron entre el lunes y el martes nadando hasta España, en embarcaciones perqueñas o bordeando a pie los espigones fronterizos de Tarajal y Benzú.
Por su parte, España envió a 200 agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional de refuerzo y optó por desplegar al Ejército en la zona.
La entrada de migrantes a España se ha dado tras crisis diplomática que dio inicio el pasado mes de abril entre ambos países, con la acogida en España del secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, para ser tratado de cáncer y de coronavirus.
El Ministro de Interior de España comunicó que han sido devueltos o han retornado 6.600 migrantes de forma voluntaria.
Lo preocupante de esta situación son los menores de edad que llegaron a territorio español sin la tutela de algún adulto.Los niños y adolescentes que no están acompañados de sus tutores tienen el derecho a ser atendidos por la Administración, que está obligada a tramitar un permiso de residencia y a ejercer su tutela efectiva.
Organizaciones como Save the Children reclaman “una rápida respuesta humanitaria que permita identificar a los perfiles más vulnerables y susceptibles de recibir protección entre los niños y niñas, y determinar la mejor solución para cada uno”.
La ministra de Defensa de España, Margarita Robles, acusó este jueves al Gobierno de Marruecos de hacer “chantaje” a España y de vulnerar las normas del derecho internacional “lanzando” a sus ciudadanos a cruzar la frontera, incluidos a menores de edad.
Latinísimo Tv| Ameli Sánchez