Miguel Samper un excelente perfil para ser Ministro de Agricultura en Colombia
Su propuesta consiste en hacer un acuerdo nacional sobre el precio de la comida en el país, se proponen hacer encuentros regionales para construir una hoja de ruta en los primeros 100 días con las principales propuestas para bajar el costo generalizado de los alimentos.
Samper Strouss se ha desempeñado como director de Justicia Transicional y Viceministro de Justicia en el Ministerio de Justicia y del Derecho. Fue el primer Director General de la Agencia Nacional de Tierras, cargo que desempeñó hasta agosto de 2018.
A continuación compartimos la propuesta de Miguel Samper si logra llegar al ministerio para bajar el precio de la comida en Colombia:
ACUERDO NACIONAL SOBRE EL PRECIO DE LA COMIDA
- Se propone realizar encuentros regionales para construir una hoja de ruta de los primeros 100 días con las principales propuestas para bajar el costo generalizado de los alimentos que se entregará al nuevo gobierno.
- Se trata del primer ejercicio de conversación regional sectorial que propone una nueva forma de aproximación de las bases del agro con el nuevo gobierno.
El Presidente electo, Gustavo Petro, ha propuesto la conformación de un Acuerdo Nacional amplio, incluyente y sin matices ni vetos. En ese sentido, es imperativo desarrollar una conversación con distintos sectores del país, de cara a formular unas recomendaciones que le sirvan al Gobierno entrante para solucionar el más apremiante problema de los colombianos en la actual coyuntura: el precio de los alimentos.
Los precios de la comida están disparados en Colombia. Entre diciembre del año pasado y febrero de 2022, productos como el queso, la mazorca, la zanahoria, el tomate o el maracuyá, incrementaron su valor hasta en un 40%. Por otros como las chatas de carne, el brócoli, el mango y algunos tipos de papa, se está pagando hasta el doble. La papa criolla hoy está costando más del triple.
Por supuesto que hay factores que podemos controlar al interior de nuestras fronteras y otros que no. La disrupción en las cadenas globales de valor causadas por la pandemia, el inesperado incremento de los fletes de carga marítima, la drástica variación de las tasas de cambio y la escasez de gas causado por la guerra en Ucrania, son algunos de esos que poco o nada se pueden controlar desde el Palacio de Nariño.
Pero hay otros que sí: atacar la especulación inmobiliaria rural, formalizar la propiedad en el campo, incentivar la producción interna de fertilizantes e insumos, que hoy representan entre el 17 y el 34% de los costos promedio de producción agrícola (y casi todos son importados), reducir los costos de intermediación, incidir en los POT, PBOT o EOT de los municipios, mejorar las condiciones logísticas y crear incentivos para la tecnificación y mecanización del campo, son los principales retos a los que se va a enfrentar el Gobierno de Gustavo Petro si quiere empezar a suavizar el impacto del precio de la comida en el bolsillo de los colombianos.
El primer golpe a la pobreza extrema debe ser derrotar las tendencias alcistas de los principales alimentos que afectan a los más pobres y vulnerables y que se constituyen en un factor de aumento de la brecha social que enfrenta Colombia.
Teniendo en cuenta el inicio del próximo gobierno y su prioridad con los más pobres, proponemos que todos los sectores de la economía rural colombiana: los más de 60 gremios agropecuarios, las organizaciones y colectivos de campesinos, los líderes sociales, las Juntas de Acción Comunal, la academia y las organizaciones sociales regionales, realicemos un intercambio de ideas en encuentros regionales que deberían realizarse entre mediados de julio y el 7 de agosto. Las principales Universidades del país, podrían ayudar con este propósito, facilitando espacios y ayudando con la convocatoria.
El objetivo de estos encuentros regionales será desarrollar un plan de acción para presentarle al nuevo Gobierno una hoja de ruta, que permita navegar en los primeros 100 días en acciones de alto impacto que detengan la ola alcista de alimentos en el país y con ello se frene el hambre.
Será un insumo clave en definir acciones de cortísimo, corto, mediano y largo plazo para que en los siguientes 4 años, se aliviane el pesado costo que están teniendo los alimentos en el bolsillo de los colombianos.
Empezó el cambio, y todos tenemos que ser parte de este importante proceso.
Miguel Samper Strouss
28 de junio de 2022