Pavel Durov, de 39 años, se dio a conocer en 2006 tras crear la red social rusa Vkontakte (VK). Todo un éxito, pero se ve obligado a abandonar Rusia tras negarse a facilitar a los servicios de seguridad los datos de los activistas europeos ucranianos. Junto con su hermano, desarrolló y lanzó en 2013 el servicio de mensajería segura Telegram. Hoy en día, el servicio lo utilizan 950 millones de personas en todo el mundo y se espera que alcance los mil millones a finales de año. Su arresto provocó varias reacciones. Elon Musk dio un paso al frente para exigir su liberación. Por su parte, la embajada rusa pidió explicaciones a las autoridades francesas.
En un comunicado Telegram indico que: “Telegram cumple con las leyes de la UE, incluida la Ley de Servicios Digitales: su moderación se ajusta a los estándares de la industria y mejora constantemente. El director ejecutivo de Telegram, Pavel Durov, no tiene nada que ocultar y viaja con frecuencia por Europa. Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables del abuso de esa plataforma. Casi mil millones de usuarios en todo el mundo utilizan Telegram como medio de comunicación y como fuente de información vital”.
Si bien la sede de Telegram esta en Dubái por lo que se sale del control de los países occidentales a diferencia de Meta (Facebook, WhatsApp), por ejemplo, que está muy vinculada al gobierno estadounidense en términos de regulación a través de plataformas como Facebook y Whatsapp también se cometen miles de delitos a diario que no son regulados por las autoridades de los países donde funcionan estas redes sociales, por lo que si de condena a Pavel Durov, estarán vulnerables Mark Zuckerberg y Elon Musk.